domingo, 27 de mayo de 2012




Historia de Ciudad Universitaria y el Instituto de Investigaciones Económicas
  
El doctor Nabor Carrillo, al tomar posesión de la Rectoría en febrero de 1953, llegó en una época definitiva, en un renacimiento de la Universidad. Precisaba el Rector, la "Ciudad Universitaria no es causa sino consecuencia de este renacimiento". Desde 1929 la UNAM dejó asentada en su Ley Orgánica como una de sus funciones básicas "organizar y realizar investigaciones, principalmente acerca de las condiciones y problemas nacionales (...)", ordenamiento que fue reforzado después, cuando en 1945 se crearon el Consejo Técnico de la Investigación Científica y, paralelamente, la Coordinación de la Investigación Científica, como el órgano ejecutor de las decisiones académicas de aquél, y como promotor y coordinador de las actividades de los centros e institutos.
  El conjunto destinado a las ciencias en la flamante Ciudad Universitaria -presidido por el edificio que hoy conocemos como la Torre II de Humanidades- era en 1954 el primer espacio de esa magnitud enteramente destinado y planificado con meticulosidad para los requerimientos de la investigación científica.
 El conjunto de edificios de la Facultad de Ciencias y la Torre de Institutos de Ciencias con sus anexos. Para trazarlos, los arquitectos proyectistas pensaron en una serie de plantas que se irían sucediendo en sentido transversal, como fichas de dominó, extendiéndose con relación a un eje maestro orientado de Norte a Sur, poniendo un límite al campus en ángulo recto cuyos lados serían el oriental y el meridional del mismo. Principiaría el conjunto con un edificio de tres pisos, para anexos de los institutos de ciencias, y con eje Oriente-Poniente; le seguiría la Torre de Ciencias, de quince pisos y con eje longitudinal de Norte a Sur; contigua vendría la Facultad de Ciencias con un cuerpo central de dirección transversal a la Torre y tres a las que correrían hacia el sur arrancarían de aquél, en medio y a sus extremos, teniendo una elevación máxima de tres pisos".

 Los arquitectos encargados del proyecto -Raúl Cacho, Eugenio Peschard y Félix Sánchez- tuvieron como asesor al matemático Alberto Barajas y, como consultores, a científicos de la talla de Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Graef Fernández, Nabor Carrillo y Alfonso Nápoles Gándara, entre otros. En la Torre de Ciencias se albergaron los institutos de Geografía, Astronomía, Geofísica, Matemáticas, Física y Química, además de la Coordinación de Ciencias, ubicada en el último piso del edificio. La Torre se planeó con dimensiones tan amplias que pudo alojar con desahogo y comodidad a las numerosas dependencias de investigación, además de un auditorio, salas de juntas, aulas, bibliotecas especializadas y servicios generales.
El crecimiento de los institutos fue de tal modo explosivo a partir de 1954 que durante el rectorado de Guillermo Soberón Acevedo comenzaron a trasladarse paulatinamente a sus nuevas instalaciones en la llamada zona de la investigación científica, al sur de Ciudad Universitaria, y no han dejado de ampliarse desde entonces. Una visita a la zona permite comprobar el gran desarrollo que ha tenido la investigación en la UNAM en las últimas décadas.


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